Hoy os traigo un post sobre
contrapublicidad.
El otro día en clase de Comunicación Alternativa vimos un documental muy interesante sobre ello y
me pareció buena idea trasladaros a este concepto.
En primer lugar habrá que empezar por
definir qué es eso de contrapublicidad y es que se trata de
un término que se refiere a una crítica de la publicidad mediante
la alteración de los contenidos de sus mensajes. Esto se conoce como
“subvertising” (“subvert” → subvertir;
“advertising” → publicidad). Como resultado de este
juego de palabras se entiende que la contrapubicidad consiste en
subvertir, es decir, trastornar, revolver y destruir la publicidad.
La contrapublicidad se apodera de las técnicas publicitarias para
invertir los significados de los mensajes comerciales.
Se trata entonces de un movimiento muy
heterogéneo, por lo que lo más acertado sería hablar de la
evolución de ese movimiento, de sus saltos cualitativos que se han
producido desde las pintadas callejeras hasta la casi
profesionalización de la actualidad. Así tenemos:
Acción en las calles: He aquí donde podemos encontrar en origen de la contrapublicidad a través de la alteración de las vallas publicitarias principalmente. Resulta un espacio idóneo para dar una respuesta comunicativa a la publicidad y dotar de contenido social un espacio privatizado. Tras esos nuevos mensajes se encuentran todo tipo de reivindicaciones sociales o políticas.

- Arte pop y publicidad: Se dice que el arte pop y la contrapublicidad tienen rasgos en común como la descontextualización y la provocación, pero el arte pop está vacío de compromiso social, su relación con la publicidad fue de admirar por su potencial de transmisión a la sociedad.
- Años 70-80: la contrapublicidad como activismo urbano: Durante los años 70 hubo una creciente desconfianza con respecto a la publicidad comercial y su invasión en el ámbito público, lo que dio lugar a la creación de grandes grupos de activistas que lucharon por atacar los anuncios de esa publicidad nociva.

- Años 89-90: impacto de las nuevas tecnologías y culture jamming: en los 90, el auge de Internet impulsó definitivamente a la contrapublicidad. La red se ha convertido por tanto en el soporte ideal para que los colectivos contrapublicitarios puedan compartir fácilmente parodias e ideas y dar difusión a sus trabajos.Las herramientas de diseño gráfico hacen que se trate de una contrapublicidad mejor elaborada estéticamente hablando.
Hoy
en día existen numerosos colectivos contrapublicitarios, en un
contexto de auge de los movimientos antiglobalización, de las
grandes manifestaciones contra el neoliberlasimo. Realizan acciones
tan bien planeadas estos colectivos, que siempre consiguen cierta
notoriedad en los medios de comunicación, es por ello, que los
publicistas observan ahora de manera minuciosa las maniobras del
subvertising.
La
contrapublicidad se se encuentra ahora en un peldaño más arriba y
goza de una profesionalidad y ventajas de innovación increíbles,
por lo que resulta bastante atractiva para un mundo que necesita
estar en constante renovación.
También
os dejo un vídeo sobre la acción de Greenpeace contra Levi's. Lo
que denuncian es el uso de sustancias tóxicas en los procesos
productivos de la marca.
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